sábado, 30 de agosto de 2014

Lectura 1 - Bhagavad Gita

Mahabharata


Esta obra no solamente es una de las más antiguas creaciones literarias del mundo sino que, de hecho, es considerada la obra literaria más extensa jamás escrita: en sus versiones tradicionales contiene más de doscientos mil versos en sánscrito, la lengua sagrada de la India. En las religiones de ese país cumple un papel análogo al de la Biblia en las culturas occidentales, y contiene toda la suma de preceptos morales, conceptos filosóficos y teológicos que sostienen al sistema social de castas en la India todavía hoy.
Sin embargo, es principalmente la historia de una guerra familiar. El libro cuenta el relato de dos familias emparentadas entre sí, pero enfrentadas por la rivalidad del trono del reino de Jastina Pura: los Kauravas y los Pandavas. Éstos últimos eran los herederos originales del trono pero, tras perderlo en una partida de dados, sus primos Kauravas los expulsan del reino y asesinan sistemáticamente a los miembros de la familia.
El héroe Arjuna, heredero de los Pandavas, al ver la desastrosa situación de su familia, pide ayuda a Krisna, avatar del dios Visnu (dios del sostenimiento del Universo) encarnado en el hijo de su tía Kunti. Krisna, para ser justo, ofrece a los Kauravas y los Pandavas dos opciones: a unos les regalará su ayuda y, a otros, el ejército más grande y poderoso del mundo. Los Kauravas escogen el ejército y los Pandavas, con Arjuna a la cabeza, escogen la ayuda de Krisna.
En el clímax del relato, los dos ejércitos se encuentran en el extenso campo de Kurukshetra. Arjuna siente horror ante la idea de la guerra y el asesinato de sus primos Kauravas, así que piensa en rendirse. Es entonces cuando Krisna, conmovido, pronuncia un largo discurso acerca de la inmortalidad del alma, tan importante y extenso que forma un libro aparte conocido como Bhagavad Gita. El fragmento a continuación es el comienzo de ese discurso.
  
 (Fragmento del Bhagavad Gita)

ARJUNA:

28. ¡Oh, Krishna! viendo a mis familiares preparados para la batalla, mis párpados desfallecen y se cierran; y mi boca se seca y queda amarga, temblores recorren mi
cuerpo y mi cabello se eriza con horror.
29. Mi arco Gandiva cae de mis manos, el pecho me arde, y mis músculos desfallecen
pudiendo apenas mantenerme en pie, pues mi mente vaga en todas las direcciones.
Presiento malos augurios.
30. ¡Oh, Krishna! ¿Por qué matar a mis propios familiares en el fragor de la batalla?
31. No veo ninguna gloria en ello. No tengo deseos de victoria.
32. ¡Oh, Krishna! Ni siquiera por el reino y todos sus placeres. ¿Cómo podemos querer
un reino, o sus placeres o incluso la vida?
33, Cuando aquéllos para los que desearíamos ese reino y esos placeres, y los goces de
la vida, están aquí en este campo de batalla, a punto de perder su vida y sus riquezas.
34. Listos, y dispuestos a exponer su vida en esta batalla, se encuentran: maestros, padres,
hijos, abuelos, nietos, padres, yernos y esposos de esposas que solas quedan.
35. De ningún modo quiero dañarles, oh Krishna. Incluso aunque deseasen matarme. No
los dañaría ni por el imperio de los tres mundos11; menos aún, por un reino en esta
tierra.
36. La desgracia recaería sobre nosotros, si matamos a estos hombres; aunque sean malos.
¿Qué gozo encontraríamos en su muerte, oh Krishna, liberador de las almas?
37. ¿Acaso puedo matar a mis familiares, los hijos del rey Dhritarashtra, hermano de mi
propio padre? ¿Qué felicidad obtendríamos matando a nuestros seres queridos en la
batalla?
38. Aunque ellos, con sus mentes obcecadas por la codicia, no tengan ningún reparo en
destruir una familia, ni en traicionar a sus propios amigos.
39. Nosotros no deberíamos hacer esto, ya que vemos maldad en la destrucción. ¿No
crees que deberíamos cuidarnos de cometer semejante fechoría?
40. Con la destrucción de una familia desaparecen sus virtudes y tradiciones, y al faltar
estas virtudes, la iniquidad corroe el seno de la familia.


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